40 HANDS: HISTORIAS DE LAVAZZA QUE VALE LA PENA COMPARTIR

Detrás de cada deliciosa taza de café, hay un intercambio único que es el punto de partida para todo. Una historia emocionante que vale la pena compartir con los demás.

Desde cuando se esparce sobre la tierra hasta cuando se sirve en la taza, el café en grano se embarca en un viaje maravilloso. Viaja largas distancias: a través de desiertos, mares y latitudes.

Algunos incluso dicen que pasa por cuarenta pares de manos antes de llegar a las suyas.

Es por eso que nace la historia de Lavazza, 40 Hands. 

40 Hands cuenta la historia de un grupo de pioneros unidos por su inquebrantable pasión por el cultivo de café, y le ofrece la oportunidad de explorar el mundo del café a través de las historias de nuestra gente.

Gracias a esta iniciativa, puede aprender más acerca de la tierra en la que se cultiva el café y acerca de las familias que lo cultivan.

A continuación verá algunas de nuestras historias favoritas: 

Asnakech Thomas Biene es una cultivadora de café de Etiopía.

Para Asnakech, al igual que para muchos etíopes, el café es sinónimo de felicidad.

Conocido como el oro verde, el café está muy arraigado en sus tradiciones y es una fuente de sustento para muchos de sus habitantes. A menudo se le llama la columna vertebral de Etiopía.

Asnakech eligió trabajar con varias asociaciones y empresas, incluida Lavazza, para apoyar, formar y transmitir su pasión a los productores de café. Ella cree que todos los habitantes de África deben tener acceso a esta bebida única y saludable que acerca a las personas y las recarga de energía.

Somboun Saj Boukea es un cultivador de café de la villa de Katuan, Laos.

Para Somboun, el aire limpio significa una buena productividad y una tierra más verde.

Todos los días, Somboun trabaja para mantener la tierra viva y saludable. Cree que trabajar de forma sostenible es la mejor manera de enriquecer el suelo y producir el café de la más alta calidad.

Actualmente trabaja en asociación con Olam y Lavazza para reducir las emisiones de dióxido de carbono en la región de Paksong y para mejorar las prácticas de cultivo y procesamiento del café en todo Laos.

Pertenece a una comunidad agrícola en la que la agricultura de café representa el 90 % de sus actividades. La comunidad de Somboun ha producido café desde la década del veinte y, como resultado de su vasta experiencia y conocimientos, los granos de café cultivados en su región son muy preciados y muy buscados.

Anayibe Pineda Treviño tiene 14 años. Actualmente asiste a la escuela Eurocapiones La Señora del Carmen. Su familia y su comunidad han estado trabajando como cultivadores de café por generaciones. Su abuela Carmen, quien aún trabaja la tierra y cultiva café, es su modelo a seguir.

Para Anayibe y su familia, el café cultivado en forma sostenible significa más vida.

Además de estudiar, Anayibe está aprendiendo los secretos de los granos junto a su abuela. A menudo hace sus tareas en los campos mientras ayuda a su abuela a trabajar en la tierra, cosechar y secar el café.

Anayibe planea conservar el legado de su familia aprendiendo a cultivar café de una manera sostenible mientras respeta las tradiciones y los conocimientos de cultivo de su comunidad.

Para estos pioneros, que han dedicado sus vidas a esta vocación, el café es un arte que se basa en el respeto, la dedicación y la responsabilidad, en especial hacia la naturaleza.

En Lavazza, nuestro deber es apoyar a estos pioneros o, aún mejor, defensores de la tierra, de cualquier manera que podamos. Nuestro objetivo es crear un espacio para que las nuevas generaciones de café expresen plenamente sus habilidades y tradiciones.

Como lo ha hecho durante muchos años, Lavazza planea continuar contribuyendo con el desarrollo de villas agricultoras de café nuevas y existentes, comenzando desde los países de origen de muchas de sus mezclas.

La Fundación Lavazza se ha comprometido a ayudar a encontrar soluciones para los problemas de cultivo de café del mundo. Al ofrecer el equipo y los conocimientos necesarios para abogar por la sostenibilidad y al implementar proyectos de apoyo a la comunidad, esperamos mejorar el proceso de producción de los agricultores, al mismo tiempo que respetamos su historia, tradiciones y valores, como lo hemos hecho con Anayibe, Somboun y Asnakech.