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La vida de un agricultor de café La vida de un agricultor de café

La vida de un cultivador de café hoy

El consumo mundial de café ha superado los 400 000 millones de tazas al año, y su popularidad se debe al duro trabajo de todas las partes interesadas en la cadena de suministro del café. 

Satisfacer la extrema demanda actual empieza por el papel fundamental de los cultivadores de café. Pero ¿cómo puede un cultivador de café mitigar el impacto del cambio climático en sus cultivos? ¿Y cuál es el papel de las comunidades cafeteras en general?

Las comunidades de los países productores de café y el papel de las mujeres cultivadoras

Desde 2004, la Fundación Lavazza ha promovido y financiado activamente diversas iniciativas para mejorar la sostenibilidad económica, social y ambiental. Estas iniciativas se centran en proyectos de atención comunitaria en países productores de café. Además, son posibles gracias a las asociaciones con ONG, organismos internacionales, entidades públicas y privadas, tostadores y comerciantes que trabajan en estrecha colaboración con las comunidades productoras de café.

La industria del café está formada por mujeres y hombres que contribuyen a su prosperidad cada día. De todas maneras, hay considerables desigualdades de género que abordar. Por ejemplo, el 70 % del café que se cultiva en el mundo es cosechado por mujeres, pero solo el 20 % de las tierras cafeteras son propiedad de mujeres, y su papel en la toma de decisiones a nivel económico y financiero sigue siendo insignificante.

Por ello, la promoción de los derechos de la mujer está en el centro de los proyectos desarrollados por la Fundación Lavazza. Estamos comprometidos con el empoderamiento de las mujeres con objetivos transversales: desde la promoción de prácticas agrícolas sostenibles hasta la lucha contra el cambio climático. La atención se centra en proyectos de formación profesional y empresarial, así como en itinerarios educativos para mejorar la autoestima y fomentar la independencia. 

Una increíble historia de tal empoderamiento comenzó en 2016, en una aldea enclavada en las verdes montañas de Guatemala, en San Lucas Chiacal, San Cristóbal Verapaz. Es aquí donde reside la comunidad indígena maya Poq'omchi, formada solo por mujeres. La comunidad está formada principalmente por mujeres, debido a los efectos devastadores de una guerra civil de 30 años que ha asolado la zona y causado una pobreza generalizada.

La Fundación Lavazza colaboró con la ONG local Verdad y Vida para reactivar empresas familiares de cultivo de café dirigidas por un grupo de mujeres emprendedoras. En la actualidad, 180 mujeres han progresado notablemente en la producción y comercialización del café, lo que ha repercutido positivamente en sus propias vidas y en la comunidad en general, formada por más de 1000 personas.

Las mujeres agricultoras están cambiando el mundo del café: la historia de Elvira

La promoción de la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer es un objetivo clave de diversas iniciativas en naciones vulnerables como Guatemala. Las cultivadoras de café trabajan incansablemente para mejorar el nivel de vida de sus familias y comunidades, al tiempo que inspiran el cambio para las futuras generaciones de mujeres.

Elvira Mó Salam es una mujer de 40 años que aspira a establecer una plantación de café en medio de los prístinos bosques de Guatemala. También vive en San Lucas Chiacal, en el seno de la comunidad indígena maya Poq'omchi. 

Desde su primera cosecha, Elvira ha producido aproximadamente 30 kg de granos de café de primera calidad. Además de las prácticas agrícolas sostenibles, ha empezado a llevar registros de sus cosechas y ventas para planificar las cosechas futuras de forma eficaz. Este enfoque empresarial se perfeccionó con su participación en el proyecto Coffee to be Reborn.

Comunidades cafeteras en todo el mundo

La presión de combatir los efectos del cambio climático no debe recaer únicamente sobre los hombros de los agricultores. Por eso, vendedores, distribuidores y otras partes de la cadena de suministro apoyan ahora a los agricultores promoviendo prácticas sostenibles.

En Lavazza nos comprometemos a mejorar el impacto ambiental y social del café. Nuestro proyecto Coffee & Climate se dedica a proteger el cultivo encontrando soluciones que ayuden a los productores a preservar sus plantaciones y producir cosechas de alta calidad. Desarrollamos constantemente programas de sostenibilidad para mejorar el impacto social del café y educar a los productores de café sobre cómo proteger el ambiente, a la vez que comprendemos la economía de la producción de café.

A través de nuestra fundación, hemos puesto en marcha varios proyectos para promover prácticas agrícolas sostenibles. Nuestro proyecto ¡Tierra! creado en 2002, llega a pequeñas comunidades agrícolas de Colombia, Perú y Honduras. Ahora, el compromiso de la Fundación Lavazza ha llegado a otros 19 países, con la participación de más de 180 000 caficultores y sus familias.

El proyecto ¡Tierra! contribuye a aumentar la disponibilidad de productos de mezcla de arábica lavada de alta calidad procedentes de agricultura sostenible certificada 100 % por la NGO Rainforest Alliance. El impacto del proyecto se ha dejado sentir profundamente en Meta, Colombia. Descubrimos que la producción de café en la zona llevaba años abandonada debido al conflicto armado interno. Gracias al proyecto, más de 900 familias de agricultores han restaurado sus plantaciones mediante técnicas sostenibles.  

Este proyecto condujo finalmente a la creación de dos líneas de productos:

  • Lavazza La Reserva de ¡Tierra!: una gama de mezclas de primera calidad dedicada a los baristas profesionales. Cada mezcla incluye café que aporta los valores que Lavazza abraza y pone en práctica en sus proyectos.

    La Reserva de ¡Tierra! es sinónimo de “excelencia sostenible”: un café superior, producido con materias primas minuciosamente seleccionadas que se obtienen de cultivos ecológicos o certificados por Rainforest Alliance.             

Lavazza Group también se compromete a apoyar a las comunidades locales. Nuestro programa de formación, A Cup of Learning, comenzó en 2017 y está dedicado a los jóvenes que buscan oportunidades laborales en el mundo del café.

Desde 2017, más de 300 personas procedentes de Italia, República Dominicana, India, Albania, Haití, Brasil, Cuba, Perú, Ecuador, Uganda, Reino Unido y Australia se han beneficiado con el programa, y han adquirido las competencias necesarias para incorporarse al mundo laboral.